Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.


Cuando lo conducían, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. (Lc 23,26)

Breve pausa de reflexión.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.